sábado, 6 de marzo de 2010

.:::zAiDa y ViViAnA:::.

 
Una puerta se abría dando paso a dos personas besándose con locura,
tropezando con todo lo que tenían a su paso para poder dar alcance a
la cama.
Cuando llegaron, Viviana se sentó sobre la orilla de la cama mientras
Zaida se arrodillaba frente ella mirando los ojos encendidos por la
pasión de su amada, pronto dirigió su rostro hacia el frágil cuello
de Viviana posando las manos detrás de este, depositando cálidos
besos húmedos en este haciendo que soltara leves gemidos que
encendieron mas a la otra a lo que en respuesta bajo poco a poco sus
manos hasta rozar suavemente la nuca de esta y hacer que mil y un
sensaciones se dispararan dentro de su cuerpo para ir bajando mas las
manos y llegar a aprisionar
sus pechos entre estas masajeándolo suavemente y sintiendo en sus
manos como las respiraciones de Viviana se iban acelerando cada vez mas
-Zaida hazme tuya por favor! –con dificultad para hablar-
Pero aquellas manos expertas en el arte de amar sabían que no era el
momento adecuado así que fue desabotonando la blusa Viviana dejando en
lugar de cada botón un cálido beso que hacia que tuviera leves
pinchazos en la parte baja de su vientre que reclamaba ser atendido.
Cada vez bajaba más su rostro hasta llegar a besar los pechos de su
chica sobre su sujetador, pero esta ya no pudo mas, necesitaba
sentirla con urgencia así que como pudo arranco la blusa de Zaida y
mientras esta se reponía del arranque de pasión de su chica noto como
le desabrochaba el sujetador para después su chica hacer lo mismo con
el suyo, parándose para abrazar a Zaida y besarla con frenesí,
girando ambas haciendo que Zaida quedara de espaldas a la cama para
después obligarla a caer sobre esta y sentándose a horcajadas sobre
ella intercalando sus piernas moviéndose al mismo ritmo haciendo que
sus piernas rozaran el sexo de la otra al mismo tiempo que los pechos
de la una acariciaran los de la otra.
Pronto Viviana comenzó un camino descendente desde su boca hasta su
ombligo pasando por su canalillo y entreteniéndose unos momentos
succionando aquellas montañas perfectas que la volvían loca, mientras
saciaba su sed con uno, masajeaba y jugaba con sus dedos con el pezón
del otro, haciéndolo de forma alternada.
Al mismo tiempo comenzaron a acariciar y recorrer el sexo de la otra
desprendiendo gemidos acompasados por parte de las dos.
Era una lucha constante por intentar llevar el control, sin dejar de
regalarse placer la una a la otra. Pero sus respiraciones las
delataban, así que Viviana se acomodó de tal manera que encajara su
sexo a la perfección con el sexo de su amada para empezar un suave
baile con sus caderas haciendo que las dos estallaran en un sonoro
orgasmo.
Era una guerra sin tregua y en cuanto hubieron recuperado el ritmo
normal de su respiración se volvieron a besar de manera frenética,
pronto Viviana quedo boca abajo y Zaida comenzó a besar su espalda
desde la nuca hasta el inicio de sus glúteos subió de nuevo
comenzando a apretar con sus manos ese trasero que la extasiaba,
pronto coló un mano por debajo de su vientre y comenzó a estimular su
clítoris haciendo que esta levantase su pelvis y comenzara un ritmo
que iba en aumento para sentir sexo húmedo sobre de su amada sobre
sus glúteos.
Estallaron en mil y un orgasmos mas proporcionando un placer tan
inmenso que jamás habían sentido.
Unos leves rayos de sol se colaban por las persianas anuncindo el
inicio de un nuevo día sorprendiendo a dos cuerpos desnudos, reposando
el uno sobre el pecho del otro, perfectamente unidos, cuando Zaida se
despertó y pudo observar el cuerpo de su amada descansar sobre el suyo
con una mano posada suavemente sobre uno de sus pechos, mirando la
perfección y tranquilidad que transmite al dormir; comenzó a recorrer
con su mirada aquella perfecta desnudez; ese cuerpo que había sido
tallado por los dioses para el disfrute de los mortales pero que le
pertenecia a una mortal posiblemente la mas afortunada sobre la faz de
la tierra. Recordando como la noche anterior se habían amado, se
habían poseído la una por la otra.
Recordó como sus manos habían recorrido sin pudor todas y cada una de
las partes del cuerpo de su amada, recordó como con su lengua había
trazado un mapa para memorizar todas las partes de aquel cuerpo, como
cada poro habia transpirado amor en la máxima expresión física.
Un leve roce del cuerpo de su amada al buscar una postura mas comoda
la hizo estremecerce en un escalifrio placentero que emano desde el
centro de su columna y se expandió por el resto de su cuerpo.
Todo esto la hizo poner una enorme sonrisa que delataba su felicidad,
la felicidad que sentía por haber hecho ese cuerpo parte del suyo por
unos momentos, unas horas; que para ambas podrían parecer toda una
vida.

lunes, 1 de marzo de 2010

En la ausencia de tus besos me reflejo

y mi cama huele a ecos de soledad.

Si yo fuera el viento que acaricia tu cabello te diría

que ya no puedo más...

Aunque con eso te lleves mi corazón

que sin rencor te diría suavemente al oído

que te ama... Como no te amaran jamás