
¿Donde está lo que nos sujeta a ser felices?
¿Que alegría tan pequeña puede llenar los minutos de hoy?
Y nos quedamos esperando a la vida, como si la vida fuera otra cosa, sin saber que ese tiempo del futuro no en más que ese. Que ese tiempo es lo único que tenemos rebelde a los límites y las barreras.
Que somos nuestra piel y nuestro rostro con la huella de los años repetidos sin miedo a estrellarse, al error.
Siempre con subidas y bajadas, con buenos y dulces momentos inundados de oportunidades, de esperanza.
Descubriendo quien es cada uno. Dejándose sorprender por lo inesperado
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